13 Dec DINAGUA PARTICIPA EN LA CONFORMACIÓN DE UNA SALA DE SITUACIÓN PARA ALERTA HIDROLÓGICA
Junio 25, 2019
La Dirección Nacional de Aguas (Dinagua), junto a otros organismos, prepara una sala de situación para alerta hidrológica que mejorará la prevención ante inundaciones, según informó el titular del organismo, Daniel Greif. Se instalarán estaciones telemétricas en Treinta y Tres y Río Branco; y las ciudades ubicadas sobre la cuenca del río Santa Lucía también contarán con sistemas de alerta temprana.
Para anticiparse al momento de la creciente y minimizar los daños en áreas donde se construyó sin criterios de prevención, se desarrollaron los sistemas de alerta temprana de inundaciones, en las ciudades más vulnerables. «El objetivo es que el Sistema Nacional de Emergencias esté en condiciones de asegurar una respuesta de desalojo ordenado y en seco», explicó Greif a la Secretaría de Comunicación Institucional.
A través de un convenio con la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), la Facultad de Ingeniería y el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae), la Dinagua opera el sistema de alerta temprana en Durazno y, próximamente, quedarán operativos otros sistemas en Artigas y Quaraí.
Actualmente se trabaja en la instalación de una sala de situación para alerta hidrológica, con apoyo de la Agencia Nacional de Aguas de Brasil, en coordinación con el Instituto Nacional de Meteorología y el Sinae, donde se sistematizará y unificarán los distintos sistemas de alerta. Esto permitirá una visualización global anticipada con atención centralizada permanente y la actuación coordinada con todas las dependencias departamentales del sistema.
Durante 2017 está previsto el desarrollo de nuevos sistemas de alerta temprana en las ciudades cercanas a la cuenca del río Santa Lucía, mediante el uso de las estaciones telemétricas y los estudios existentes para luego sumar nuevas ciudades en función de su vulnerabilidad y posibilidades de atención. A esto se suma la instalación de estaciones telemétricas en Treinta y Tres y Rio Branco, que ya comenzó.
La incorporación de nuevas tecnologías, como radares meteorológicos e información satelital e hidrológica, se realiza en conjunto con todas las instituciones involucradas a través de un proyecto con apoyo del Banco Mundial.
Por otra parte, Greif destacó la incorporación en los planes de ordenamiento territorial de los “mapas de riesgo”, mapas que incluyen datos sobre curvas de inundación, regulaciones y acciones en cada área. Para conformarlos, se realizan relevamientos topográficos, se identifica el funcionamiento de las aguas y otros problemas junto a los actores locales, con estadísticas históricas y modelos hidrológicos de los cauces para realizar simulaciones.
Actualmente se incorporaron en los planes mapas de riesgo en las ciudades más vulnerables: Artigas, Bella Unión, Durazno, Treinta y Tres, San José, Ciudad del Plata y Paysandú, y se elaboran en Salto, Rivera y Juan Lacaze, entre otras ciudades. Estos datos son relevantes para la localización del sistema Público de Vivienda.
«Con los sistemas y los mapas de riesgo, los Centros Coordinadores de Emergencia departamental cuentan con un registro informativo sobre la población para cada nivel de alerta», aseveró Greif.
Las grandes represas, como las de Salto Paysandú, Paso de los Toros o Mercedes, cuentan reguladores de aguas. Estas infraestructuras pueden aportar información para coordinar los desalojos, operativa efectuada mediante los planes de acción durante emergencias, que consideran la evacuación anticipada de la población.
Los sistemas de alerta temprana son utilizados desde 2002. Estas herramientas comenzaron a operar a partir de registros de precipitaciones, y actualmente lo hacen con modelos de escurrimiento más sofisticados, que incorporan registros de altura de agua en estaciones telemétricas en tiempo real y previsiones de precipitación. Esto permite una mejor aproximación y mayor tiempo de respuesta.
Para el director Greif, es fundamental la recopilación de información cuando ocurren eventos extremos, ya sea para relevar y confrontar los niveles del agua esperado en base a las simulaciones, como para identificar la población afectada, y corregir y calibrar los modelos matemáticos usados.
En la emergencia cada organismo cumple roles diferentes. Algunos atienden la primera línea en el apoyo directo a los inundados, y otros tienen la responsabilidad de recoger datos y evaluar situaciones para que la experiencia del evento sea una herramienta de mejora continua.